Kingsman:
el servicio secreto
Es
una película de es una película británica de espionaje y comedia de acción lanzada el 26 de febrero de 2015 en México dirigida
por Matthew Vaughn, basándose en el cómic The Secret Service, creado por Dave Gibbons y Mark Millar.
La historia en sí es sencilla y globalmente nos cuenta cómo Harry y
Eggsy buscan detener la aspiración de un villano excéntrico que en busca de un
bien mayor, sanar el planeta Tierra del mal que lo aqueja, desea eliminar
una gran porción de la población mundial salvo sus adinerados aliados, lo cual
es muy conveniente para su posición como una figura pública ya que es dueño de
su propia compañía de telecomunicaciones, por lo que su influencia global es
total tanto en sus contactos, como en sus consumidores. Aunque Eggsy se
puede catalogar como el protagonista de Kingsman, solo logra
brillar hasta el final de la película ya que una gran porción del
film se centra en desarrollar el conflicto central la historia que en su
entrenamiento como un nuevo agente.
Además
del concepto de lo que es ser un Kingsman, la gran fortaleza de la película
está en lo excéntricos que son todos sus personajes, ya que
cada uno tendrá una característica en particular que lo hará identificable y
que se pueda recordar con sencillez ya sea por su forma de hablar o la forma en
que se fija en los detalles que nosotros no podemos percibir a simple vista y
que desearíamos poder hacer en nuestra vida cotidiana. No se puede
omitir el hecho de que los nombres código de toda la agencia están basados en
la literatura del Rey Arturo.
Con todo este trasfondo
es así de pintoresco no se pueden dejar atrás los personajes, obviamente, sobre
estos recae darles utilidad a todos los elementos de la película. Por fortuna
cada personaje es único incluso a pesar de estar basados en clichés
demasiado marcados, tal como sucede con Harry y su extrema decencia británica,
así como el “swagamericano” de Richmond Valentine (Samuel L. Jackson),
el villano de la película. A pesar de esto, los personajes y la misma
trama abrazan lo ridículo (en el buen sentido de la palabra) de su esencia y no
tiene miedo de llevar cada elemento más allá de lo posible, sea en los
diálogos que vanaglorian la cultura inglesa y los modales, a las exageradas
secuencias de acción que podrán sacarnos una carcajada y la vez dejarnos
perplejos frente a una cantidad vulgar de cadáveres.
Cada secuencia de acción
es única a su manera y hace uso de impresionantes
coreografías más allá de un simple enfrentamiento cuerpo a cuerpo, por lo que
en general llevarán cada una de estas escenas a un extremo en que no
parece que pueda ser superada, solo para ver que de hecho, hay mejores cosas
por ver en la misma película, especialmente si tiene de por medio a Harry y
Gazelle (Sofia Boutella), una villana que en vez de piernas tiene un par de
cuchillas que son capaces de partir a un hombre en dos.
Cada escena, incluso si
no es un de combate, le inyecta dinamismo a lo que está por suceder en
pantalla, es una película que, a pesar de parecer simple, busca establecer una
cadena de acción y reacción que va estableciendo el entorno para cada suceso en
la cinta haciendo así que incluso dentro de su extravagancia se sienta apropiada
y conecte los elementos de forma coherente, además de que logra hacer que nos
preocupemos por los personajes que vemos en pantalla.
Lastimosamente, el
territorio latinoamericano ha sido despojado de una de las escenas más
importantes de la película, la masacre en la iglesia, la cual no solo brilla
por ser una de las mejores escenas de acción de la película (de la década según
algunos críticos), sino que era importante para el desarrollo de la trama y los
personajes que están involucrados en lo que sucede en ese momento. Aunque se
intenta justificar que la esencia de la escena no ha sido alterada, esto es
incorrecto ya que no solo corta lo que la audiencia puede considerar ofensivo,
y de paso asume un absoluto sobre todos los asistentes, sino que deja los
fragmentos menos “ofensivos” de una forma pobremente editada, lo que
degrada la calidad de la secuencia.
Hay que entender Kingsman como
una película que hace tributo a las viejas películas de agentes secretos, pero
a la vez como una película que se mofa de los mismos clichés que componen este
género, desde el villano excéntrico con un objetivo vagamente razonable (o
descabellado), a los diálogos pretenciosamente intrincados y evidentes que
buscan enaltecer al villano para que sea el punto de tensión entre los
personajes y el público. Por supuesto no se puede evitar tampoco la chica
sensual que espera ser rescatada y que al final recompensará a su “príncipe
azul”.
En si la película es
demasiado buena tanto si disfrutas de ver bastantes disparos en la pantalla y enfrentamientos
cuerpo a cuerpo asi como una trama que te deja ``picado`` y con la sensación de
que si la dejas de ver por un momento no tendrás la misma experiencia de verla
por completo. A decir verdad, en ciertas ocasiones es difícil entender lo que
quieren decir los personajes como Harry con un vocabulario algo distinto a lo
que nosotros estamos acostumbrados a ver y a leer, pero del cual puedes
aprender nuevas palabras o sinónimos de alguna que ya conocemos y que nos
enriquece o por el otro lado te puedes quedar viendo las magníficas peleas épicas
que se suscitan constantemente y que te dejaran con la boca abierta.
Dirección: Matthew Vaughn
Producción: Adam Bohling, David Reid, Matthew Vaughn
Guion: Jane Goldman, Matthew Vaughn
Basada en: The Secret Service de Mark Millar y Dave
Gibbons
Música : Henry Jackman, Matthew Margeson
Esta Genial!
ResponderEliminarMuy buena:D
¡Muy interesante reseña!, me llamó mucho la atención la película.
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